22.11.09


Las mujeres no somos presas fáciles de conquistar. (mentira)
Con la menor palabra, con el menos gesto osado, con la primera mirada insolente, ya estamos ciegas por ese cuerpo llamado hombre.
He visto a muchas, a las que adoraba de lejos, a las que atribuía un corazón capaz de cualquier prueba, un alma fácil de destrozar o una energía que no se asustaba ni ante los sacrificios ni ante las torturas, perteneciendo a idiotas a los que yo no hubiese aceptado ni como porteros
.

Revive.

Todo por la culpa de un uvita te me moriste 1 semana
y ya no tenias arreglo (pensaba).
Ayer se me dio de cargarlo 2 días y
reviviste.
El príncipe azul destiñe con el primer lavado.