10.5.08



¿Se acuerdan como comenzamos nuestra amistad?... yo no me acuerdo si fue hace mucho, poco o nada. Pero poco eso importa. Lo que importa es que nuestra amistad existe.
Todo siempre se conserva en el tiempo.

Cuando reímos de aquel chiste tonto que contamos, cuando lloraron sobre mi hombro y lo mojaron con las lágrimas de la decepción de un amor, o cuando lloron ya no sobre mi hombro sino riendo y gritando por la alegría de vivir.
Cuando anduvimos horas y horas aplanando calles sin ningún sentido, cuando nos sentamos para ver el atardecer sintiendo la brisa sobre nosotras mientras conversábamos sobre algún tema banal; todo esta cada vez más vivo, cuando acaricio el inventario de nuestros recuerdos. Con unstedes estuve cuando me caí, y ustedes me recogieron. Con ustedes estuve cuando se cayeron, y también las recogí.
Vinieron hacia mí con el corazón roto, contándome lo que les hizo "él", y yo con mi botiquín de primeros auxilios y un poquito de cariño, traté de pegarles los pedacitos que estaban botados.
Y claro, ustedes cayeron de nuevo, siendo que les habían advertido que las heridas no estaban bien cerradas. Pero bueno, para algo estamos las amigas: para entender todo.

Yo muchas veces fui la que necesitó de su ayuda. Y ustedes también me curaron. Con tan solo escucharme, ya me curaron. Yo también fui porfiada, como una niña chica. Y me retaron, y con razón.
Recuerdo que muchas veces vimos películas juntas. Reímos a carcajadas limpias y gritamos con horror.
O cuando haciamos pijamadas juntas y al día siguiente estabamos con unas ojeras gigantes, nos reíamos de nuevo y nos mirabamos furibundas por fuera, pero muertas de la risa por dentro.
Con ustedes salíamos a bailar para al día siguiente acordarnos que habíamos llegado nada más y formarnos una imagen a base de nuestros difusos recuerdos de lo que pasó. Y reíamos de nuevo.
Tengo que pedirles perdón por las veces que les grité por ser tan tozuda y tener mi punto de vista... ¡Pero al final siempre me daba cuenta cuando algo estaba mal!

Ustedes me enseñaron alguna vez que la vida es para vivir, reír, soñar y aprender.
Ustedes también me dijieron alguna vez: "Cuando mueras, haz que todos en tu alrededor lloren" y yo te miré con una cara estrafalaria, a lo que tu reíste y me dijiste: "Cuando tu naciste, todos reían por la felicidad, y cuando mueras, todos deben llorar de pena".

No hay comentarios.: