Quiero transfórmame en un televisor, para que mis padres me cuiden como cuidan al televisor, para que me miren con el mismo interés con que mi mamá mira su telenovela preferida, o mi papá su programa deportivo favorito.
Quiero hablar como ciertos animadores que cuando lo hacen, toda mi familia se calla para escucharlos con atención y sin interrumpirlos.
Quiero ver a mi mamá suspirar frente a mí como lo hacen cuando mira un desfile de modas, o poder hacer reír a mi papá como lo logran ciertos programas humorísticos, o simplemente que me crean cuando les cuento mis fantasías sin necesidad de decir ¡es cierto! yo lo escuché en la tele.
Quiero representar al televisor para ser la princesa de la casa, el centro de atención que ocupa el mejor lugar para que todas las miradas se dirijan a mí. Quiero sentir sobre mí la preocupación que experimentan mis papás cuando el televisor comienza a fallar y rápidamente llaman al técnico.
Quiero ser televisor para ser el mejor amigo de mis papás, la heroína favorita, la que más influya en sus vidas, el que recuerde que soy su hija .