14.7.08


Mi vida es una montaña rusa. Empiezo subiendo la cuesta. Conforme subo mi estado de euforia aumenta. Me acelero. Estoy excitada. Siento una felicidad extraña. Sin embargo conforme me acerco a la cima, al final de la subida, la tensión aumenta; empiezo a temer la caida. Y es tanto mi temor que cuando la caida empieza es mucho peor. El miedo la hace horrible y la hace eterna. Y lo unico que deseo es tocar fondo y acabar esa cuesta horrible que me obliga a vivir con el corazón en el estomago. Lo que ocurre es que a menudo el fondo no tiene un limite claro y odio descubrir, cada nueva caida, que se puede llegar mucho más abajo. Llevo unos dias buscando alcanzar ese fondo; sentir que ya no me puedo encontrar peor y obligarme a esforzarme para volver a empezar a subir. Pero estoy tan cansada. Cada dia tengo menos fuerzas para intentarlo.

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