27.6.09

Vos pusiste todas tus fichas
en la mesa sin saber jugar el juego porque te
pusieron un señuelo y caíste como mosca en miel. Un par de piernas
siempre te van a tentar más.
Te hiciste el guapo, pero de eso
te queda poco;
tus cabellos ya no son rubios como antes y tu sonrisa
anémica hace esfuerzo por no torcer. Sin embargo, volviste a quebrar.
El fino rayo de luz, que se escondió detrás de la puerta del dormitorio, se escurre. Tímido te deja ver las vestiduras de esa otra, que tú sabes bien "no es tu nena" pero cayó el invierno y... jugar con otro corazón? no hay
nada que venga mejor.

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