Realmente el y yo somos como el sol. El alumbra mi vida, y yo intento alumbrar la suya. ¿Qué pasaría si su vida y la mía se juntaran? Si, por fin, fuéramos uno. Arderíamos. Pero a mí no me importaría arder si es a su lado. Dicen que hay muertes dulces, pero lo que no saben es que morir en sus brazos es la más dulce de todas las muerte. No sé si puedo hacerlo feliz, no sé si lo merezco, pero lucho por hacer las cosas bien, porque por primera vez, siento que esto es lo que tengo que hacer. Luchar. Porque si no lucho sé que no llegaré a ningún lado, y yo quiero irme lejos, con el. Me da igual el lugar mientras el esté a mi lado, y si tengo que ir al fin del mundo, voy a ir, tengo el amor necesario para hacerlo. Y recorda que no te pido nada, yo sólo quiero darte todo, sólo necesito eso. Todo el mundo me dice: Estás enamorada, se nota. Y yo me pregunto ¿Lo estoy?, ¿Esto es amor?, ¿Será lo mismo que siente el?  Así que, lo siento, pero me enamore de vos.