3.9.08




Se llamaba Soledad y estaba sola - como un puerto maltratado por las olas - coleccionaba mariposas tristes - direcciones de calles que no existen - Pero tuvo el antojo de jugar - a hacer conmigo una exepción - y, primero, nos fuimos a bailar - y, en mitad de un "te quiero" me olvidó - De Esperanza no tenía más que el nombre - la que no esperaba nada de los hombres - coleccionaba amores desgraciados.

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