24.1.10


Aixa
es mi nombre y me han expulsado. Del triste mundo directo al país de las maravillas. Obligándome a estar aca, ahora vivo entre risas y guiños. Entre risas y juegos de niños. Pero Aixa es mi nombre y ya estoy cansada. Con gatos siempre risueños jugue. Y entre paredes coloridas y rosales multicolores no pare de correr. Y ahora incomprensiblemente de aca quiero escapar. ¿Cuándo las paredes a gris se tornarán? Ojalá que el rosa de las aves en negro se transforme. Porque mis pupilas se empiezan a dañar y mis piernas ya se han cansado de saltar. Aixa es mi nombre y sólo quiero descansar; dejar de reír; echarme a llorar. Ver las cosas como son y a mi mundo regresar. Imaginá un mundo de sonrisas. Donde siempre brille el sol. Donde reine el color verde y las flores floten sin razón. Atractivo ¿verdad?. Pues ése es hoy mi país. Pero qué más quisiera yo que salir de aquí. ¿Querés vos entrar? Te lo cambio, pues esa es la oferta que me hicieron a mí un día. Yo sin pensarlo la acepté. Y ahora estoy obligada a ser feliz por siempre. Has de saber que yo dormi sobre nubes; cante con los peces y he paseado por el sol y la luna. Pero Aixa es mi nombre y esto no es lo mío. Creí que aquí sería feliz. Pero me engañó el atractivo de lo nuevo; la emoción del momento. No sabía que me metía en una esfera. Redonda prisión más bella del mundo de la que es casi imposible escapar. La luna ha cegado mi visión y no encuentro la salida. Quiero un motivo para llorar y aquí sólo encuentro razones para reír. Que alguien me saque sin tener que entrar. O que alguien venga y se quede en mi lugar. Aixa es mi nombre y ya no quiero sonreír. Deseo deshacerme de este vestido color carmín, y que un ligero velo negro mi cuerpo vuelva a cubrir. Y es que por osar un día olvidar mi identidad; me expulsaron sin pensarlo a este país de felicidad. Ahora me echo de menos y quisiera regresar. Aixa es mi nombre y me han expulsado. En el país de las maravillas yo misma me he encerrado.