28.1.11

Una vez amé, pensé que me amarían, pero no fui amada.
Pero no fui amada por la única gran razón: porque no tenía que ser.
Me consolé volviendo al sol y a la lluvia, y sentándome otra vez en la puerta de casa.
Los campos, al fin, no son tan verdes para los que son amados como para los que no lo son.
Sentir es estar distraído.

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